lunes, 14 de enero de 2013

Momento Político


Cada cierto tiempo, sobre la cabecera de algunos periódicos, se publican citas, pensamientos, aforismos o frases más o menos ingeniosas que suelen estar relacionadas con el núcleo de la noticia más relevante publicada en la primera página. Como cualquier noticiero, hoy traigo a mi memoria la cita de Heráclito "nada es permanente, salvo el cambio", a la que encadeno ésta otra anónima que reza más o menos: "la única verdad que publican los periódicos es la fecha, y la desmienten al día siguiente", lo que -además de ser casi permanentemente cierto- refleja con exactitud la permanencia del cambio.
Y, por qué he dicho lo anterior? Pues porque pienso que, como en aquella deliciosa película "Atrapado en el tiempo" (El día de la marmota), estamos cogidos en la trampa de un sistema en el que solo cambia el decorado y los interpretes, que de forma machacona hacen girar hacia la izquierda las agujas del reloj mientras representan el mismo guión con tonos y matices cambiantes para que, como hábiles prestidigitadores, darnos la sensación de que la modernidad está presente, pero sin introducir ni un punto ni una coma en el manuscrito original.
Ayer, mi amigo Juan tuvo un feliz detalle al regalarme un libro con edición e introducción de Manuel Olmedo Checa (*) sobre la base de la correspondencia que mantuvo D. Manuel Rodriguez de Berlanga con el erudito alemán Emil Hübner. El 26 de agosto de 1890, fecha de una de las cartas que dirigió al alemán, hace referencia a Antonio Cánovas del Castillo, al que consideraba un político decente, manifestando su esperanza de:
"...que moralice la administración corrompidísima, peculiar de nuestro partido liberal compuesto de la gente más perdida, más ignorante y más holgazana de España y por lo tanto de la más hambrienta, viciosa y jaranera, que suple su falta de ignorancia con el exceso de ruido que arma siempre. Ahora con el sufragio universal confía en derrocar la monarquía, en cuya empresa ha comprometido el charlatán de Castelar al bribón de Sagasta, que con su mujer y su hijo han estado robando como siempre descaradamente al país, vendiendo destinos y favores a pública subasta y haciendo el contrabando como lo más despreciables matuteros, porque esa gentuza ha sido siempre una familia de rufianes sin chispa de vergüenza..."
Nada ha cambiado, como si estuviésemos atrapados en el tiempo. Cambiemos decorados e interpretes y la mayoría de nuestros compatriotas firmarían la precedente misiva.
 (*) Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, Málaga 2011
Marbella, 10 de enero de 2013
Artolus
 

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